jueves, 27 de junio de 2013

Sobre la tertulia con Erick Pohlhammer

Primer Encuentro de Tertulias 2013 en Fuente Literaria de La Reina


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Pienso – y no por facilismo-  que una de las formas más asertivas de definir a Erik Pohlhammer es la que usó  Tomás Cox en uno de los capítulos de “Cara a Cara”: simplemente, indescriptible.
Se ha dicho tanto de este poeta, profesor de castellano, filósofo, rupturista, futbolista, boxeador, cicletero, un loco en guerra constante contra el lenguaje (para algunos), un payaso de la poesía cotidiana (para otros) que, en fin, tal vez lo más importante sea, en el momento de compartir con él, la claridad de su cosmovisión y la gracia sin ambages conque la expresa. Por ejemplo, ante parte de esta misma presentación, él tranquilamente nos cuenta que nunca ha sido amigo de las etiquetas, y que cuando así lo presentan, él se limita a escuchar, sonreír, y mentalmente, las va desechando una a una de este modo : “Poeta, al wáter, filósofo, al wáter, loco lindo, al wáter”, etc., etc. etc.


Inaugurando el ciclo 2013 de Tertulias  en la Fuente Literaria de la Reina, este primer invitado hizo tambalear toda la estructura pauteada para la actividad y, sencillamente, manejó a su antojo el tiempo propio y el ajeno hasta convencer a todo espectador de que así “eran las cosas”. Muy lúcido en medio de su “locura”, algunas de sus recurrentes afirmaciones dejan entrever lo libre y positivo de su forma de enfrentar la vida; y de entre las cosas que llamaron la atención y que pudimos rescatar en esa ocasión, se encuentran las siguientes aseveraciones:
-          “Un ser que ama, lo hace desde un AMOR incondicional”, (refiriéndose a la generosidad de este sentimiento en donde, a pesar de lo que se piensa, según el, no debe haber condicionamiento alguno).
-          ”La ética, simplifica la VIDA”, (porque, sencillamente, si optamos por hacer “lo bueno”, no tendremos que arrepentirnos ni purgar delito alguno).
-          “Todos deberíamos ir de cabeza al infierno para purgar el EGOCENTRISMO”, ( y en este punto, me atrevo a decir que todo espectador hubo de “ponerse el poncho” como tan sabiamente lo expresa el dicho popular).
-          “La FELICIDAD está o no está”,  (porque si está, nos sentimos felices. Si no, hay que buscarla. ¿Adónde? Dentro de nosotros mismos. Cuando nos damos cuenta de aquello…qué felices somos, ya que tenemos a mano todos los recursos para hacerla brillar).
Y una conclusión acerca de  LA ILUMINACIÓN que deslumbra, precisamente, por su sencillez: “Todos ya estamos iluminados. LA MADRE TIERRA es un jardín. Venimos a este mundo a pasarlo FLOR! “Algunas de esas flores a cultivar serían la plenitud, la serenidad, el entusiasmo, etc.







Muy elevadas las máximas de Pohlhammer, y bastante eco encontraron en el público asistente. Ello, hasta el momento de tocar temas políticos, puesto que él no es uno de tantos que suelen criticar todo lo ajeno y pasarse rapidito, una “escobilla” sobre sí mismos.  Él posee autocrítica, y ese mismo desparpajo que tanto aplaudieron tratándose de otros temas, le valió una par de “reprimendas” de parte de unas señoras que no toleraron una cierta crítica al carácter del fallecido e idolatrado cantautor  Víctor Jara. Hubo de “recular” el poeta, y nada le costó, pues, no es un discurso suyo aquello de vivir con humildad, aunque, en el fondo, me queda la sospecha de que se ríe a carcajadas de todo y de todos. Pude confirma lo último después de escuchar la opinión que tiene de   acerca de nombrarse POETA: ¿Qué? ¿Cuáles poetas? Somos todos UN PROCESO, caminantes en busca “de”. Reafirmando la idea muy a la chilena cuando le preguntaron por Zurita: un pobre poeta “hueón”; y de todos los poetas en general: todos unos “hueones” .
De allí en adelante no paró el invitado. Su repudio a las etiquetas quedó en segundo plano, ya que, paradójicamente, no dejó de motejar cuanto nombre se le vino a la cabeza con el consabido hueón o hueá tan asimilado por nuestra incultura chilena.  Todo eran puras “hueás”; el mismo momento vivido era una  pura hueá, ya que había mil cosas más importantes que hacer que estar allí escuchando a un hueón como él, hablando o leyendo poesía. Que la poesía había que vivirla, que estaba siempre a nuestro lado, en lo cotidiano, y sólo había que abrir los ojos para dejarnos “sentir”.

¿Y saben qué? Opino que tenía razón Pohlhammer;  no sólo en lo de saber encontrar la poesía, sino, en que todo el puto rato no era más que una gran hueá colectiva en donde tratamos de darle un toque formal e intelectual a la conversación con un tipo que no es más que un ser humano sencillo, con las cosas claras en cuanto a lo que es valorable para él y que no tiene por qué ser igual a lo que pensamos nosotros. De otro modo, ¿adónde quedaría la diversidad? Lo importante – y de ello sí se habló- es el respetar lo que piensa el “otro”, aunque aquella noche nos haya parecido, a ratos, que éramos parte de un gran circo grupal cuya obra se intitulaba (con el consentimiento del protagonista principal) : “¿Qué gran hueá estamos haciendo aquí?”.




Amanda Espejo
Quilicura / 2013

Erick Swen Pohlhammer nació en Santiago de Chile en 1955. (Su apellido, según lo explica,  se pronuncia Poljamer). Profesor de castellano de la Universidad de Chile. Postgrado en Educación en la Universidad de Miami. Integrante de la “Generación NN”, denominación atribuida a Eduardo Llanos.

Publicó: Espístolas iluminadas entre parejas disueltas” (1975),
“Tiempos difíciles” (1979),
“Es mi segundo set de poemas” (1985),
“Gracias por la atención dispensada”(1986) y
“Las vírgenes de Chile”(1988).
En las antologías:
“Entre la lluvia y el arcoíris”. S. Bianchi. Madrid: Ed. del Instituto para el Nuevo Chile, 1983.
“Poesía chilena contemporánea”. Arteche, Massone, Scarpa. Stgo.: Edit. Andrés Bello, 1984.
“En el ojo del huracán”. Manuel Jofré. Stgo.: Ed. Documentas/Cordillera, 1991.
“25 años de Poesía Chilena (1975-1995)”. Calderón, Harris, Calderón. Stgo.: FCE-Chile, 1996.

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